jueves, 4 de octubre de 2018

Invasión Haitiana

Por Manuel Hernández Villeta

Haití no necesita fuerzas armadas para invadir a la República Dominicana. Los haitianos nos ocupan sin tirar un tiro, y nos arrinconan con sus manifestaciones culturales y su colectividad tribal. La nacionalidad dominicana parece que a muchos no les importa, y se la donan a los ilegales de forma graciosa.

Las maternidades dominicanas, y los hospitales en general, dan asistencia a miles de haitianas. Todos conocen las precariedades de los hospitales y el servicio deficiente que en ocasiones se da los dominicanos. La atención a miles de haitianas y haitianos torna más crítica la situación.

Más de un millón de haitianos que como rémoras incansables viven en la República Dominicana, lograron penetrar a nuestro territorio sin tener que tirar un tiro. En consecuencia, la principal preocupación no es una invasión militar haitiana, sino esta pacífica apoyada por las grandes potencias.

Creo en la solidaridad, y la asistencia humana al necesitado. A los haitianos se les debe dar el trato correspondiente a un ser humano, pero que se queden en Haití. Un país atrasado, pobre, con pocas atenciones socio-económica para sus nativos, no se puede echar sobre los hombros este pesado fardo.

Desde hace años todas las autoridades dominicanas han sido complacientes con los haitianos. Han permitido esa migración ilegal que va destruyendo nuestras raíces. Todos los gobiernos han doblado las rodillas ante este problema. Leonel, Hipólito, Danilo y en su etapa Balaguer.

Los empresarios son ahora mismo los grandes y principales culpables de esa emigración ilegal masiva. Este sector abre las puertas del trabajo poco remunerado y emplea una mano de obra en condiciones que son inaceptables para los dominicanos. Los haitianos migrantes laboran sin seguro médico, con un salario ínfimo, sin derechos laborales y sin horario.

En las industrias agrícolas y de la construcción, la mayor parte de los empleados son haitianos. En los puestos de seguridad de las torres y viviendas de las zonas residenciales, son los haitianos los encargados de la vigilancia. En los polos turísticos se da preferencia a los haitianos que se dedican a tareas de asistencia.

Reconozco que hay tremendismo y alarma entre muchos que ven esa migración ilegal haitiana como la gran nube que nos va a destruir en el futuro. No creo que pueda tener esas repercusiones, pero si es un trago amargo tener que soportar la masiva presencia de indocumentados, que ya se creen dominicanos.

Es más, en su concepto de vida tribal, los haitianos quieren desplazar a los dominicanos en áreas donde viven. La tolerancia permite esos abusos y es hora de hacerle frente. Sin fuerzas armadas, los haitianos están aquí. Ya es la hora de controlar esta situación, antes de que los correctivos sean muy dolorosos. Manos a la obra.

Fuente: Diáspora Dominicana




2 Deja un mensaje:

Anónimo dijo...

Así es la inmigración en todos lados. Los hispanos (incluyendo MIIIILES o millones de dominicanos) también tienen "invadido" a Estados Unidos, España, Italia, etc.

Anónimo dijo...

Señores: es que con los únicos votos con que cuenta el PLD es con los votos de los haitianos que están dejando entrar Danilo y Leonel.

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