lunes, 16 de diciembre de 2019

La Historia de Manuel del Socorro Vargas


(1910-1986)

Su vida de adulto empezó como empleado público del gobierno en turno, desempeñándose en el puesto de inspector de agua.

Socorro se hizo popular en Padre Las Casas por su creencia religiosa, pues era un creyente fervoroso del Espíritu Santo, como se decía en ese entonces “cofrado del Espíritu Santo”. Por este aspecto de su vida se hizo popular, pues frecuentemente organizaba procesiones al batey y otras partes del país cuando era el día del Espíritu Santo. El financiaba esas penitencias ya fuera en guaguas o en animales.

Celebraba Noche de Velas y Día de Velas, los cuales eran ofrecidos al Espíritu Santo, así como algún otro santo en su día. Estas actividades eran amenizadas con cantos de salves y toque de atabales, acompañados de brindis para alegrar a los devotos, mentas, café, chocolate, arroz con leche, sancocho y a los paleros ron, para mantenerlos activos y energéticos tocando los palos hasta altas horas de la noche o hasta el amanecer. Al brindar las mentas se pasaba una bandeja por donde las personas y se les decía: ”una menta por cabeza y pobre del que coge dos” y nadie se atrevía a coger más de una, todo era en orden y bien controlado y organizado con respeto.

Sus principios religiosos estaban principalmente fundamentados en el “Viejo Testamento”, de forma tal que las primicias de sus cosechas eran repartidas entre pobres y vecinos, ya fueran frutos o granos. Como tenía algunas vacas, con la primera leche de la vaca parida hacía una gran cantidad de arroz con leche y la repartía al vecindario. Esto, basado en lo que Dios pedía a sus siervos del pasado que las primicias de sus cosechas fueran dedicadas a él.

En una ocasión preparó junto con Juan Antonio Rodríguez, Orígenes (Golí) Beltrė, Solón y María Guabá una penitencia a pie para Higuey, de esta hazaña hay diferentes versiones pero todas coinciden en que iban para Higuey a pie.

Anécdotas:
Una versión del fallido viaje hacia Hiiguey a pie dice que los cuatro (Socorro, Solón, Orígenes y María Guaba) prepararon sus alforjas y emprendieron el viaje, pero que ya en Azua las provisiones se habían agotado y Golí, al darse cuenta, decidió no seguir la travesía pero como no quería claudicar frente a los compañeros se dirigió al puesto de policía y les dijo que esos hombres que iban ahí se dirigían a la capital a tumbar el gobierno. De inmediato los policías los interrogaron y Socorro explicó detalladamente el motivo del viaje y el destino; la uniformada entendió que había fallos por cierto lado y desestimó la acusación pero los devolvió a PLC.
Otra versión de este viaje dice que no llegaron y se devolvieron antes de llegar a Azua porque Golí tomó el mando y empezó a dar órdenes y sugerencias y entonces Socorro decidió que se devolvieran y posponer la penitencia para otra fecha, la cual nunca se cumplió.

Y otra versión es de que la caravana, (porque eran muchos) se devolvió de Távara o próximo ahí porque le aconsejaron a Socorro que esa era una empresa titánica y que no llegarían ya que los que le acompañaban eran personas muy mayores.

En una ocasión Socorro fue a Bohechіo Junto con Ricardo Vicente (Ricardo Vargas Vila); allá él tenía una enamorada la cual lo atendía muy bien cuando él la visitaba. En una de esas visitas la novia le preparó un gran desayuno y se lo sirvió en una “batea” (la batea servía de mesa entre los dos comensales) para él y su amigo. Pero como Socorro era el huésped principal el lado de la “batea” que le correspondía se le echó mayor cantidad, especialmente de la “compaña” (mucha carne, queso, etc.). Ricardo al ver la acción cogió la batea y la volteó y el lado que le correspondía a Socorro lo colocó en su lado diciendo: ”este mundo es redondo y da la vuelta de allá para acá”. Socorro cogió la batea y dándole la vuelta le dijo: “como ni usted ni yo lo hicimos dejémoslo como está” y lo puso como estaba al principio, favoreciéndolo a él.

Tenía socorro un dicho muy famoso “to'e bueno”. Cuando pasaba cualquier percance él decía “to' e bueno” y una vez que estaba en Arroyo Yaya “enamoriquiando” a una mujer. Alguien celoso le dio un palo y entonces le preguntaron “y ahora Socorro, to'e bueno?” Y él respondió “hasta eso es bueno”.

Por sus ocurrencias, anécdotas y sobre todo por su cofradía al Espíritu Santo, Socoro Vargas es parte de Nuestra Historia.

PD. Si conoce otras anécdotas de Socorro, puede compartirla aquí.

Fuente: Lic. Altagagracia Vargas (Tá), Elisea Parra, Cesar Devers

2 comentarios:

  1. Anónimo12/17/2019

    Muy bueno al artículo. Este tipo de artículos forman la parte fundamental de la historia y convivencia de los pueblos que son mucho más enriquecedores que de las grandes ciudades. Yo no soy de ahi, ni siquiera dominicano, pero me encantan estas anédoctas. Enhorabuena.

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  2. Anónimo2/11/2020

    Excelente! Me encantó esta historia.

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