Discurso de Kinito Méndez ante el féretro de su Padre

En nombre de mamá Jesusa, de Tirso, de Mary, de Mery, y de quien habla (Kinito) y de toda la familia, quiero darles las gracias a todo el pueblo de Padre Las Casas y a todos nuestros amigos y amigas que nos han apoyado en este momento tan doloroso para nosotros como es el darle el último adiós a nuestro eje, a nuestro centro, al hombre que nos sirvió de inspiración y de ejemplo: a nuestro padre Kino Méndez.

Papá fue un hombre de campo premiado por Dios y la vida, primero por su alma de hombre bueno y segundo por darle como esposa un estandarte de mujer, mamá Jesusa, quien supo a veces ser hombre y mujer, quien supo dar amor y cariño, comprensión y apoyo, quien supo soportar altas y bajas para que el hogar permanezca unido hasta el día de hoy. Eso es tan así que la gente del pueblo para referirse a mamá dice: “Jesusa la de Kino”. Juntos los dos, trabajaron duro para mantener su cuatro hijos: Kirso, Mary, Mery, y quien les habla, Kinito, y para mantener alrededor de 43 hermanos de crianza que tenemos.

A pesar de ser un hombre de campo, papá tuvo la visión de enviar a sus hijos a estudiar a la capital y con su esfuerzo hoy Kirso es ingeniero electromecánico, Mary doctora en medicina y Mery doctora. A mi él me quería abogado y por el amor a la música abandoné la universidad para ser artista, esa decisión me trajo muchos problemas con él, muchos pleitos, muchos reproches. Recuerdo una vez que peleando me dijo: “solamente te digo una cosa, buen vago, que aquí no hay herencia para nadie”. ¡Pero qué equivocado estabas papá! La herencia hace años que la recibimos de ti con tu amor al trabajo, tu tesón, tu valentía, tu alma buena, tu lucha sin parar para echar adelante. Fuiste un guerrero y me lo demostraste en esta enfermedad que te lleva a la tumba, la soportaste con gallardía, cuatro años luchamos y nunca te vi llorar. ¡Qué grande fuiste papá! Mi herencia fuiste tú y tu ejemplo.

Papá, quiero pedirte que te vallas tranquilo al lado de Dios, que tu familia va a seguir unida como tú siempre has querido y te prometo que voy a seguir trabajando duro, duro, en honor a ti.

Papá, para terminar, quiero que me hagas el favor de decirle a Dios que si hay otra vida después de esta, Tirso, Mary, Mery, Kinito, y Jesusa, le rogamos, le suplicamos a nuestro señor que tú seas de nuevo nuestro papá y esposo.


Las fotos muestran diferentes detalles y momentos del sepelio, como a los asistentes y la Guardia Nacional rindiendo homenaje al cádaver, pues Kino due Diputado al Congreso.