Una reflexión oportuna

El acueducto de Padre Las Casas fue construido en uno de los gobiernos del Doctor Joaquín Balaguer, eso quiere decir que fue para los años 70s.

Para ese tiempo la población era de unos pocos miles de personas y han pasado décadas, la población ha aumentado considerablemente y seguimos con el mismo acueducto, el cual se mantiene del agua del río que se represa por una toma de tierra que en cuanto caen dos gotas de lluvia la toma se va y nos quedamos sin agua, y para colmo cuando llega viene sucia, negra, un lodo.

Cuando se le pregunta a los que supuestamente saben del problema, siempre dan respuesta vaga e imprecisa, que lo que sucede es que si el registro esto, que si la compuerta aquello, que si se le cambia la arena, etc., respuestas que hacen parecer que la solución es simplísima, pero no se ejecuta. Lo cierto es que estamos pasando problemas con el agua.

Creemos que Padre Las Casas se merece un nuevo acueducto de acuerdo al crecimiento de la población, que se le dé constante tratamiento al agua y que haya agua permanente y potable, no como ahora interdiario o cada dos días según sea el caso.

También es necesario que se dé constante atención a las instalaciones o tuberías por donde circula el agua en las calles, ya que muchas veces se ve por doquier pérdida constante de agua debido a un tubo roto u otra falla del sistema.

Es cierto que el servicio de agua es el mas barato que tenemos, pero muy deficiente.
Hace años y años que se viene prometiendo un nuevo acueducto, pero no vemos nada en concreto. Tenemos esperanza-porque es lo último que se pierde- que pronto el nuevo acueducto se haga una realidad.

Así sea.

Por Rosario Castillo