miércoles, 2 de abril de 2008
Una Reflexión Oportuna
A propósito de los premios obtenidos por el Licdo. Juan María Vicente en el ejercicio de sus funciones y aun después de estas, podemos sacar la siguiente reflexión:
La honradez, responsabilidad y honestidad son cualidades que junto a la preparación, capacidad, vocación de servicio y disponibilidad, dan como resultado un trabajo de calidad. El esfuerzo, y las energías invertidas tendrán su recompensa tarde o temprano.
Eso es lo que ha ocurrido en el caso del profesor Juan que en el transcurso de su vida laboral ha sido objeto de numerosos reconocimientos: medallas(al estimulo 1989; y medalla por reconocimiento Presidencial.2008), certificados, trofeos, premio en metálico (dinero), equipos de tecnología, certificados, placas, honores académicos, entre otros.
El licdo. Juan sirve de ejemplo a sus contemporáneos así como a generaciones futuras.
Nuestro pueblo tiene muchos hombres que se han distinguido por llevar una vida ejemplar de trabajo y servicio. Muchos jóvenes que se esfuerzan día a día por alcanzar sus sueños y convertirlos en realidad.
En algún momento de sus vidas, su labor será reconocida, quizás no por ninguna institución, como sucede en la mayoría de los casos, pero sí por el pueblo llano que conoce a cada uno de sus hijos. Ese reconocimiento viene en el elogio sincero y desinteresado de quienes observan nuestro trabajo. Independientemente de si somos o no somos objeto de algún tipo de reconocimiento en cualquier momento de nuestra vida todos debemos sentirnos contentos y satisfechos con la labor y el deber cumplidos, y recordar que nuestras obras van con uno. Que lo mas importante es hacerse un buen nombre ante Dios y la sociedad a la que pertenecemos y esto lo logramos mediante tener una conducta ejemplar.
“A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si faltara una gota”. (Madre Teresa de Calcuta).
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