Una Reflexión Oportuna

Palos sí Bogas y Palos sino Bogas

Hace algunos años que los moradores de Padre Las Casas estamos siendo testigos oculares de la muerte lenta pero progresiva del paisaje natural y del deterioro de la infraestructura de nuestro Parque Municipal.

El parque presenta la condición actual debido a varias razones, entre las cuales podemos citar las siguientes:

1- Desaparición de las cayenas que rodean los canteros y que a la vez los delimitan a causa de un parásito que les ha caído y a pesar de que ha sido fumigado varias veces el parásito sobrevive.

2- Desaparición de las plantas ornamentales que se producían en el suelo de los canteros, tales como lírios, crotos, variedades de rosas y flores, entre otras, por la falta de luz solar, ya que las acacias y las caobas impiden que la misma llegue a las plantas.

3- Destrucción de los bancos de cemento porque tanto los niños, adolescentes como adultos se sientan en los respaldos y los rompen. En fin, que el parque ya no es el mismo. Murió Bolívar Tejeda quien lo cuidó por más de tres décadas y el parque resintió su partida, y al paso de los años la condición del parque empeora.

Muchas de las personas conscientes de la población al ver el parque se lamentan:

" ¡Van a dejar morir el parque!. Pero nadie toma la iniciativa para mejorar la situación del mismo. Siempre aparecen las justificaciones que echan a perder las excusas para no hacer nadad. Quien debe enfrentar ese problema es...” y así nadie hace nada y el parque sigue agonizando.

Un buen día Copernico de Jesús Sánchez (Quico) decide por su cuenta tomar a su cargo el cantero que esta frente a su negocio y acondicionarlo. A tal efecto toma las medidas que él considera de lugar tales como: cercar el cantero con palitos y sogas para proteger las plantas que va sembrando, solicitar a algunas instituciones y personalidades la donación de bancos de hierro y los instala, pintar los palos y las sogas mas el derredor del cantero, aplicar veneno a las plantas recién sembradas, abonarlas, entre otras cosas y ¡Zas! algunas personas empezaron a decir que:

"¡Quico esta acabando con el parque!, ¡Por qué quitó los bancos de cemento?!, ¡Por qué puso esos colores, por que...!"

Más bien crucificaron a Quico! Y la labor que Quico había hecho ya la han ido destruyendo: le están quitando los nombres a los bancos, destruyendo la protección que tienen las placas, en fin, que no hay consideración por el esfuerzo ajeno. Pero si se llevaron la placa que tenia el nombre de Juan Pablo Duarte... que no harán con las demás cosas.

Poco tiempo después, Dona Nicelia Navarro de Veloz (doña Anís), amante de las plantas y que posee uno de los jardines más bonito del pueblo, motivada por la acción de Quico adopta el cantero contiguo. También lo cerca con sogas, siembra arbolitos chinos y otras plantas, le aplica abono regularmente a las plantas, y cuando no hay agua riega jarrito a jarrito las matas al igual que su antecesor y los que les hemos seguido, poda alguna acacia, etc. Y qué pasa? ¡Le roban seis arbolitos chinos del cantero!

Los padrecasenses ausentes en NY y Europa, canalizado a través de La Voz Tubanera y bajo la supervisión y administración de Hermogenes Martínez y Rosario Castillo, toman bajo su protección el cantero que esta frente a la Policía, el que tiene la fuente, la cisterna y el más grande de todos. Se emprende una campaña de recolección de fondos y cemento para acondicionar dicho cantero: se pica la tierra, el ayuntamiento provee mas o menos catorce camiones de tierra negra, treinta fundas cemento, se riega la tierra, se procede a cercar el área con enlates y cuartones para proteger las plantas, se siembran doscientos cuarenta arbolitos chinos y pinos ornamentales (cipreses), se cortan dos acacias para que llegue luz a las nuevas plantas y en su lugar se siembran dos laureles y un guayacán.

Las señoras Magali Florentino de Vicente y Yurys Velóz de Rivera siembran algunas otras plantas ornamentales; se construyen cuatro pasillos en cemento que lleguen a la fuente para no pisar la tierra, se rodea la fuente de cemento, se hace lo mismo con la cisterna y se le hace un pasillo que comunique con los otros y la fuente; se arregla una parte del derredor de la fuente que estaba destruida, se construye una tarja con la leyenda de Bolívar Tejeda, se instalan seis bancos donados por Patria Beltré y Arelis Sánchez, Edward Rivera, Ramonita Canó, Yeurys Sánchez, Maria Díaz (Chelín), Yolanda Aristy y Claudio y Ligia Mateo. Se mandan a hacer seis placas pequeñas y del mismo material de los bancos con los nombres de los donantes y que no llamen mucho la atención para evitar que la destruyan. Se aplica herbicida, veneno, abono..., en fin que hacemos todo lo que esta a nuestro alcance para colaborar con el reacondionamiento del parque. Y ¡Taz!

¡Se roban doce arbolitos chinos!, se sientan sobre la madera lo que trae por consecuencia que se rompan los enlates. Entonces se procede a poner sobre la madera una vuelta de alambre de púas, y también lo quitan, ponemos entonces aceite de maquina para que no se sienten, en fin, que hacemos hasta lo imposible por proteger el área para que las recién sembradas plantas puedan crecer y ¿que sucede? Empieza el lamento de algunos

"¿Que están haciendo con el parque? ¿ De quien fue la idea de acabar con el parque? ¡No deben cortar las matas! ¡Que barbaridad! Van a cabar con los árboles. ¡Las placas parecen una película de terror!, que bancos tan feos...", ¡Bla, bla, bla!

¡Nos lapidan! Sí, como lo esta leyendo amigo lector, nos lapidan literalmente con palabras.

Hasta que el parque no cuente con una protección ya sea de serenos responsables, o hacer como en Azua (cercarlo con hierro y cerrarlo a determinada hora de la noche) , no podemos tener nada seguro, lamentablemente.

De nada ha valido que se les explique que los ingenieros agrónomos, los licenciados en agrónomia y los que tienen un maestría con experiencia en agricultura recomendaron que para que el parásito que esta acabando con las cayenas muera y para que la luz del sol pueda penetrar a las plantas sembradas se debe podar las acacias y las caobas y en algunos de los casos eliminar algunas acacias.

Las acacias, porque éstas crecen muy altas hacia arriba e impiden que los rayos solares penetren, las caobas porque están muy viejas y tienen ramas que representan un peligro a la integridad física de las personas, como sucedió cuando el Ciclón George, que se cayó una rama de caoba por el lado de Doña Persida Sánchez que no causo una desgracia porque por suerte no había nadie en esa zona en esos momentos. Tiempo después un yaguacil cayó y destruyó la parte superior de la fuente. Mas reciente aun, cuando estábamos trabajando en el cantero que auspician los Padrecasenses Ausentes cayó otro yaguacil de la misma palma, por fortuna no hizo ningún daño.

Mientras trabajamos en el cantero la señora Flavia German también toma un cantero para acondicionarlo y hace todo lo que los demás hemos hecho, y una noche le picotean las sogas. !Por Dios! Es como si fuera de maldad.

La señora Yuris de Rivera también tiene un cantero, hasta donde sé a ese todavía no le habían hecho ningún daño.

Muchos critican y dicen que no deben ser acciones aisladas las que se tomen para proteger el parque. Que debiera ser un proyecto encabezado y dirigido por ingenieros civiles e ingenieros agrónomos y patrocinado por determinado organismo competente, donde se inviertan cientos de miles de pesos pero que garantice la uniformidad y conformidad de criterios. Sería lo ideal (claro está), lo perfecto, pero como no es posible por ahora, hagamos lo que este en nuestras manos hacer, si en el futuro aparecen las personas u organismos competentes entonces ya encontraran menos trabajos que hacer y por lo menos tendremos unos buenos bancos, y dudo que en muchos otros parques de nuestro país tengan bancos como estos que mas bien parecen bancos de terraza de una casa de algún millonario de Hollywood.

Pero todo este esfuerzo que se esta realizando de manera altruista encuentra en los inconscientes fallas que señalar, unos hacen daño a los trabajos realizados como los señalados en los párrafos anteriores y otros encuentran que lo que se hace no esta bien, no es bonito, no es de su agrado. Cuando no se hacía nada para solucionar el problema del parque había quejas, ahora se esta haciendo lo que se puede y de buena fe y hay quejas. ¡Palos si Bogas y Palos si no Bogas!.

“Todo el que es sagáz actúa con conocimiento, pero el que es estúpido disemina tontedad” dijo el sabio Salomón.

La acción iniciada por Quico esta teniendo buenos resultados, nos han informado que los señores Ariosto German y Edgar Veloz, así como el Club Activo 20-30 han tomado un cantero respectivamente para su reacondicionamiento, y que ya se suenan nombres de otros en camino como Wenceslao Paniagua y Kinito Méndez.

Que bueno que así sea, para que nuestro parque, nuestra única atracción turística (el río ya no lo es), nuestro orgullo y considerado otrora como el parque más bonito del Sur de la Republica Dominicana, vuelva a resurgir con todo su esplendor. Lo más interesante es que todos estamos contribuyendo para que así sea.

Lo mismo sucede con ésta página, La Voz tubanera, creada sin fines de lucro, solo por entretenimiento y querer que los padrecasenses ausentes tengan más contacto con su pueblo, con su gente. Pero sucede que si nos pasamos una semana sin poner noticias nuevas, vienen las criticas: que esta pagina no sirve que no ponen nada...Si los acontecimientos que suceden son muertes (como se da el raro caso en nuestro pueblo que cuando se muere uno le siguen más) entonces se quejan de que solo ponemos noticias de muertos.

Cuando sucede una tragedia, un accidente, homicidios, etc., entonces la queja es qie solo ponemos lo trágico, que uno lejos de su pueblo lo que quiere ver son cosas alegres. Si les ponemos cosas sencillas o triviales, dicen que cuantos disparates ponen, con tantas cosas importantes que decir...

Si ponemos fotos de paisajes desolados como las de los canteros en reconstrucción, que con tantos paisajes bonitos y venimos a poner lo peor...

Si algún lector deja un comentario y comete faltas ortográficas, que demos un curso de ortografía. A tal punto que los lectores tienen miedo de comentar porque los redactores y estilistas están presentes para corregirlos de mala forma sin ver que ellos mismos cometen faltas garrafales.

Por Dios!, la pagina fue creada para informarnos, divertirnos, comunicarnos y también, como no, para educarnos, pero la forma de corregir o expresar nuestros disgustos esta causando más bien que mal. Recuerden que hay palabras que edifican, pero las hay que destruyen.

“Existe el que habla irreflexivamente como con las estocadas de una espada, pero la lengua de los sabios es una curación”. Prov.12:18.

Y que bueno que contamos con muchos sabios que nos ayudan a soportar tanta ingratitud.