viernes, 12 de agosto de 2011

Prendiendo velas por el nombramiento de un maestro

Por: Vianco Martínez


En la comunidad El Roblito, de Padres Las Casas, los niños han perdido dos años de clases por falta de un maestro y ya van para el tercero.

El 17 de agosto, cuando el país este celebrando –si, celebrando porque una escuela que abre sus puertas es siempre una celebración- el inicio del año escolar, en un lugar de la cordillera Central llamado El Roblito, cerca de un cruce de caminos entre Constanza y padre las casas, habrá 62 niños que perderán su tercer año escolar consecutivo por falta de un maestro. Esta es la historia de su lucha.

Su escuela era una pequeña iglesia enclavada en un valle intramontano, y habilitada a la buena de Dios con unos pocos pupitres y una pizarra prestada para alojar a los alumnos de esa y otras comunidades, entre ellas los de una comunidad sin fortuna llamada La Fortuna.

La vida en ese centro era tan precaria que la maestra tenia que partir


los lápices en tres pedazos para que aquellos parias tuvieran con que escribir en sus cuadernos, así como organizar turnos para sentar a los muchachos en los pocos pupitres que había.

La maestra la pagaban las monjas de la Congregación del Cristo Crucificado, de Padres Las Casas, con retazos de unos recursos que les sobraban de alguno que otro proyecto.

Sus padres no pudieron estudiar porque no había escuelas en su tiempo ni había tampoco una realidad que lo facilitara. Pero ahora los hijos de la montaña quieren cambiar la historia y no encuentran una mejor manera de hacerlo que llevar sus hijos a la escuela.

El camino para conseguir el nombramiento de un maestro o una maestra en El Roblito a sido largo y tortuoso. Han llevado cartas a los funcionarios correspondientes, han formado comisiones de campesinos harapientos para bajar su petición al despacho del encargado del Distrito Educativo de Padres Las Casas, han utilizado amigos en la capital para que susurren su necesidad en los altos despachos del Ministerio de Educación y han prendido velas a todos los santos.

Las monjas y sacerdotes de la zona, que andan como almas en pena peleando con los malos caminos para llevar un poco de consuelo a esas desconsoladas comunidades, han hecho hasta misas a ver si logran por vía divina lo que no han podido lograr por vía terrena. Pero lo único que han conseguido es perder su tiempo, es decir el tiempo que tienen que dedicar cada día a sus plantados, a sus cosechas y a sus familias.

Las primeras escuelas de la zona montañosas de Padres Las Casas fuero construidas por la iglesia, cuando los gobiernos, uno detrás del otro, no se habían enterado de que allí en el macizo de la cordillera Central, en lugares bendecidos por la lluvia , donde los ríos prestan su galanura para que las tardes nunca dejen de ser grandiosas, hay 18 comunidades llenas de personas con derechos.

Los hijos de la montaña llevan consigo el signo de la desdicha. En su tierra llueve de mayo a noviembre; cuando eso sucede los ríos crecen y los caminos se niegan. Ver a un niño que va a la escuela haciendo equilibrio sobre el lodazal, en medio de la soledad de los caminos, titiritando del frío al borde del precipicio, aferrado a sus cuadernos para que no se les caigan sin zapatos, sin abrigo, sin nada, es u espectáculo que duele hasta en la mirada.

Un hombre llamado Cristian Ferreras, que se ha convertido en la voz de la montaña, me contó un día las vicisitudes que pasan los muchachos para ir a la escuela.”Vienen de La Fortuna, de El Roblito y de otros lugares muriéndose de frío. A veces no tienen ni zapatos para caminar dentro del lodo, y aun así quieren estudiar. Muchas veces no tenemos nada que darles para que vallan a las clases, y como quieran van a su escuela muertos de la risa”.

Un maestro, un simple maestro parado en frente de la pizarra con una tiza en la mano, con el futuro sentado en su aula haciendo preguntas y aprendiendo caminos para suceder, es una gesta , una metáfora de los nuevos tiempos. En una escuela hay demasiado futuro envuelto, demasiadas esperanzas de redención, demasiada urgencia de cambios para andar plagoseando por un maestro cuyo nombramiento se resuelve en la capital con una firma con una simple firma.

Los niños de la montaña no tienen nada. Su única riqueza son sus sueños. ¿Vamos a dejar que también a ellos, a los 62 niños de El Roblito y La Fortuna, los sueños se les enfermen de realidad?









7 Deja un mensaje:

Anónimo dijo...

Muy buen reportaje. Conmovedor. El que muy bien escribió esto y moradores de la comunidad deberian de tomar este problema y conformar un patronato y los que nos identificamos con la causa, que me imagino deben de ser muchos, comprometernos a cooperar mensualmente para el pago del profesor, por un corto plazo, hasta que educación resuelva.
Si no somos parte de la solución, somos parte del problema.
Ojala que encontremos el camino de ayudar a "los hijos de las montañas".

Necesitamos Avanzar!

Edward

Anónimo dijo...

ooooooohhhhh Diosss y tanto dinero que invierten en otras cosas que no son importantes

Anónimo dijo...

El autor del reporte es un reconocido y experimentado periodista de Santo Domingo que ama nuestros montes y sus gentes.

La Voz Tubanera dijo...

Podemos hacer algo. "Muchos pocos hacemos mucho".
Comprometamonos con las monjas a ayudarlas a pagar al maestro hasta que se resuelva la situacion.SI? La Voz Tubanera les puede servir de canal entre ustedes y las monjas.!adelante!
Tambien busquen un buen o buena catolica que les sirva de guia con la iglesia especialmente las monjas.
Ayudemos a los hijos de las montanas.

Anónimo dijo...

es una pena que con tantos profesionales que cada año se gradua, el govierno no pueda poner unos cuantos a trabajar ahi.

Anónimo dijo...

Eso lo que da es verguenza,un pueblo como padre las casas, con esta precariedades, pero porque no le dicen eso al senador que en esto dias estaba hablando basura por las televisión. Señores compueblanos, padre las casas es una comunidad tan rica y mas su cordillera, que solo edesur se lleva mas de un millon de peso todos los meses, de nuestra materia primas que son nuestro rio y fuente de agua de la cual ellos se la venden a unas cuantas, provincias,y no he visto yo a esa compañia, hacer algo por ese pueblo, deberiamos de tener por los menos las luz 24 horas por el trabajo ,que por los menos hace sur futuro, y demas compañia, de resforetar esa cordillera. Y que nos pueda edesur hacer una escuelita para eso niños, que verguenza pueblo. Jesus de la Cruz (Larao)

Anónimo dijo...

Saludo a todos los habitantes de Padre las Casas, Yo se que no soy de este hermoso pueblo, pero me ciento muy agradecido de las gentes ya que en los cuatros años que estube viviendo alla tube el placer de conocer muchas personas muy humirdes y trabajadora y sobre todo solidaria.
No quiero quitarle el merito a los de mas pero mi criterio es que algunas comunidades se merecen que le llegue el pan de la enseñanza y sobre todo la comunidad de L a Fortuna y El Roblito ya que la calamidades que tienen que pasar los/as niños/as para llegar a la escula mas sercana muchas personas no tiene idea de lo que pasan eso niño/a, vamo señor Generoso a gala del nombre que lleva y cumpla con la peticionde los comunitrios de esta comunidades que es muy bueno acordarce de las personas en tiempo de politica.

Publicar un comentario

Secciones

  • A las Madres
    • A los Padres
      • Jovenes Meritorios
      • Un Artista Nuestro
      • Estampas de mi Pueblo
      • Nuestra Historia
      • Personajes Destacados
      • Personajes Folklóricos
      • Ricón Poético
      • Eventos
      • Anuncios
      • Galería