Se Salió de Abajo de una Patana

Por Máximo de la Rosa

San Cristóbal, Rep. Dom.- Los dominicanos acostumbramos decir que alguien “se salió de abajo de una patana” cuando se libra o se zafa de alguna situación embarazosa. Pero salirse en realidad,
literalmente, de abajo de una patana, es como para darse el susto de su vida y motivo para celebrar el quedar ileso, vivito y coleando, sin un rasguño.

A las 7:30 de la mañana del sábado 15 de octubre la autopista 6 de noviembre de San Cristóbal
era un verdadero caos; se había producido un accidente que involucró tres vehículos y una
motocicleta. La policía, los bomberos, los curiosos, el tapón, los heridos, el ulular de las sirenas y el espíritu periodístico se juntaron todos, y la persona que menos esperábamos encontrar en plena salud nos contó la historia.

Melvis Romero, 30 años, residente en El Fondo de San Cristóbal, salvó su vida por segundos
o “por un milagro” como cree él y muchos de los curiosos, porque se salió, sin saber cómo de
abajo de una patana. Contó, con una calma poco común en casos como éstos, que conducía su
motocicleta detrás del carro Honda Civic rojo, placa A179133 el cual chocó con la baranda de
un puente, “cuando yo me paré a ver lo que pasaba oí la bocina de un camión cargao de arena,
cuando miré para atrás, ya estaba encima de mí; no sé como volé de ahí, me caí y cuando miré otra vez mi motor estaba hecho un frito y el camión volcao de aquel lado”.

La mañana del sábado estaba cayendo una ligera llovizna; cuando el carro chocó, provocando
heridas de consideración a dos de sus ocupantes y la destrucción de gran parte del vehículo,
Melvis no pensaba que se iba a convertir en protagonista de un triple accidente, que por suerte no provocó muertes lamentables.

Cronológicamente así ocurrió todo, en sólo diez segundos: choca el carro, el camión que viene
detrás por el mismo carril encuentra el carro atravesado y a Melvis indeciso por no saber, en un
segundo, en qué dirección correr; se le ocurrió hacerlo a la derecha que era el único camino libre
que le quedaba al pesado camión, y al chofer no le quedó otro camino que salirse de la pista,
yendo a parar a vía contraria donde volcó con toda y su carga. Otro camión venía detrás y el
chofer, tratando de evitar chocar con los anteriores perdió el control y se fue por un precipicio.

En resumen: Melvis con un peladito en una mano que se hizo cuando se cayó corriéndole al
camión que se le venía encima, y su motor inservible; dos heridos del carro que chocó con el
puente, por suerte, no de gravedad; dos heridos levemente y bien asustados del primer camión
que volcó y otros dos con ligeras laceraciones producidas por los ramos que talaron cuando iban
en caída por el precipicio; un tremendo tapón y cientos de personas que tuvieron que irse sin
saber lo que pasaba porque la policía no les permitía pararse.

El origen de este múltiple accidente sólo lo saben los ocupantes del primer carro que chocó,
mientras Melvis sigue palpándose el cuerpo porque todavía no puede creer que está vivo.