Caos, Desorden y Anarquia en Distrito Municipal de Las Lagunas

Por Máximo de la Rosa

Las Lagunas, Padre Las Casas. El conflicto por el manejo de la Dirección del Distrito Municipal de Las Lagunas se agudizó la mañana del viernes 5 de abril, cuando un grupo de personas piqueteó, quemó gomas, selló y pintó de negro el local donde funciona la Junta Administrativa del Distrito, que no ha podido funcionar en los últimos 9 meses, después de la trágica muerte del Director Valentín García.

El acalorado grupo expresó su descontento por lo que llamaron “incapacidad” de la Directora
Señora Mary de León para dirigir la Junta, quien sustituyó al malogrado Valén por ser la sub
directora, pero un sector, entre los que se encuentran los vocales de la junta y familiares de
García alegan que la nueva Directora no quiere continuar las obras que quedaron pendientes y
que no consulta a nadie para tomar decisiones.

Mientras tanto, las oficinas de la junta lucen vacías; nadie hace nada; ni unos ni otros; pero
la comunidad espera y desespera para que los recursos, que a pesar de la crisis siguen
llegando, se utilicen para resolver los principales problemas comunitarios de la empobrecida
zona montañosa en la que les ha tocado vivir en medio de un conflicto que parece no tener
solución, por la intransigencia de los dos sectores que se creen dueños y señores de un pastel
que ya tiene dueño: la comunidad.

Lo de hoy nos pareció “un desorden dirigido”. Si en verdad se busca el progreso de Las Lagunas
esa no es la forma ni la fórmula más saludable y como lagunero tiene que dolernos que al
parecer todo gire alrededor del millón y pico de pesos que le llega al Distrito. Todavía no
entendemos las razones reales para que pase esto. Por un lado un grupo dice que la directora
no hace y por otro lado la directora dice que no la dejan hacer, que la tienen maniatada.

En una breve entrevista que sostuvimos con la Señora Directora de la Junta ésta expresó que
siempre ha estado dispuesta al diálogo; que se le irrespeta como “si yo fuera la conserje de la
Junta; la tesorera se niega a firmarme los cheques administrativos y los tiene secuestrados;
no me permite pagar el combustible a las bombas; solo me firma los cheques del pago al
personal, pero si se debe a una ferretería un material para obras, no me firma los cheques; hay
empleados que no me obedecen hasta que no reciben orden de Geury; el otro día mi esposo
entró conmigo a la oficina y ese señor (%$·”/&) lo agarró por el cuello para sacarlo”.

Hemos escuchado a las partes, que se acusan mutuamente del malestar que se ha creado y
por respeto a este medio no voy a dar mi opinión personal de lo que pasa ahí para no perder la
objetividad que nos ha caracterizado siempre. Solo vamos a decir esto: ¿quién se anima a darle
90 días a la Directora de la Junta para que demuestre que quiere trabajar, sin molestarla, sin
presionarla? Quién se ofrece como mediador (tiene que ir blindado) para “descubrir” dónde
está la otra pata del gato? Quién se atreve a entregarnos una relación, para publicarla, de
cómo se “reparten” los cuartos que le llega a Las Lagunas y quién los recibe?

Empecemos por ahí. Si nadie ha dicho que hay corrupción en el manejo de los recursos,
entonces tiene que ser “mala distribución” de los mismos. Sabemos que vienen los truños y
las miradas torcidas porque aquí no dijimos lo que se quería que se dijera. La imparcialidad, la objetividad es lo único que le da sentido al periodismo y eso, todavía no han podido
comprarlo, por eso tenemos muchos enemigos, pero muchos más amigos.

Antes que se nos olvide, le preguntamos a la Directora de la Junta que si era cierto que ella no
iba por la oficina, nos dijo que va dos veces a la semana, alegando que va a nada porque nadie
le informa nada. Pues vaya más frecuente y así no tiene que esperar que le cuenten lo que
pasa. Asuma su cargo, porque de lo contrario le va a dar la razón a los que dicen que usted no
“está en nada”. Y a los otros, no sean malucos, denle una oportunidad y ayúdenla a servirle a
Las Lagunas que es, a fin de cuentas, la patria chica de todos los que comparten ese territorio
y también de los muchos que, por diferentes razones, tuvimos que marcharnos.

Las Lagunas merece ser digna de mejor suerte y la memoria de Valén merece más respeto…de
todos sin excepción y sin disculpas. Esas malquerencias a veces parecen de niños malcriados.
No pongamos los intereses personales por encima de una comunidad que espera lo mejor de
sus hombres. “El que se humilla será ensalzado”. El tiempo no perdona.