Entrevistas a sobrevivientes del Ciclón David y fotos de fallecidos

Por Franklyn Vicente

Continuación del relato del Ciclón David y su impacto en Ocoa de Padre Las Casas-

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Profersor Tirso Adamés Molina (en foto a la izq.)
La tarde del 30 de julio, del año en curso, bajo los candentes rayos del sol, realicé una visita a la comunidad de Buena Vista, específicamente a casa del Prof. Tirso Adames Ramírez, el cual no residía en el Fondo para agosto de 1979, pero fue uno de los más afectados, por la pérdida irreparable de su madre, hermanos entre otros familiares.

F.- ¿Podría usted narrarme todo cuanto recuerda, de aquel terrible acontecimiento?

T.- Como expresé al inicio de la entrevista, ya para agosto de 1979, no residía en Ocoa, por tanto no soy un testigo que vivió directamente dicha hecatombe, pero fui uno de los más afectados por la pérdida de mi madre (foto), hermanos y otros familiares

Haciendo uso de mi buena memoria, puedo referirme al hecho que conmocionó a la población de Padre Las Casas. Eran como las 12:00 p.m., recuerdo que el Arroyo Ocoa, había incrementado tanto sus aguas que alcanzaba a llegar hasta los terrenos donde está la embazadora de gas y la factoría del señor TAGUCHO.

Ese aumento exorbitante provocó que se callera todo el tendido eléctrico. Antes de trasladarme a Buena Vista, residía en la comunidad de Villa Ocoa Viejo, específicamente, en la parte baja del poblado, frete a la antigua Iglesia en la calle principal del Fondo. Esa misma noche no pude trasladarme a dicha comunidad. A la mañana siguiente me trasladé a Ocoa Viejo, al llegar presencié el desastre más grande que había visto en mi vida, provocado por el ciclón David.

Villa Ocoa Viejo, era considerada un lugar seguro, hasta el punto de que Neftali Bobadilla, decidió trasladarse de la cabecera municipal donde residía, para estar junto a la familia desu esposa Hipólita Amancio (Pola). La noche del viernes 31 al amanecer día primero de Septiembre de 1979, el río acabó la vida de mi madre Luisa Ramírez, Buenaventura Adames (Papo), Inocencia Adames (Pupuna) (foto) y Ramona Adames (foto), hermana de Inocencia. Murió mi sobrino Reinaldo Matos (Buga), quien fue hijo de Teonila Adames, conocida como Chocha, quien en la actualidad reside en Villa Ocoa Nuevo.

Recuerdo con tristeza, que la mañana del 1 de Septiembre, cuando llegué a los alrededores del Fondo era imposible pasar y desde mi posición, puede ver cómo llevaban a mi madre, Luisa Ramírez, entre tres hombres, con destino a la fosa común agarrada por manos y pie, también llevaban a Reinaldo Matos (Buga) (foto). No podía pensar con claridad, solo escuchaba los gritos de la gente, llamando con desesperación a sus familiares.

F.- De acuerdo con algunos moradores de la Comunidad de Villa Ocoa Viejo, su hermano Buenaventura Adames (Papo), murió por salvar vidas durante el ciclón.

¿Qué recuerda de su hermano Papo?

T.- Buenaventura Adames (foto), mejor conocido como Papo, nació en 1942, aunque no recuerdo el mes, para 1979, tenía unos 37 años de edad, este fue criado por mi abuelo Mateo Adames, quien era una persona connotada en la comunidad y sindico de Padre Las Casas, en el periodo 1950-1951. Inició sus estudios primarios, pero a temprana edad los dejó l, a pesar de que don Mateo Adames le orientaba para que siguiera sus estudios, lo recuerdo como una persona alegre y que le gustaban las fiestas. Papo, participaba en las actividades de la comunidad, en ese entonces era miembro del Partido Quisqueyanos Demócratas (PQD), participando en sus actividades, también formó parte del equipo de rescate, junto a Andrés Veloz, Lile Méndez, entre otros, ayudando a salvar muchas vidas.

Tiempo después me contó Teonila Adames (Chocha), que Papo se traslado de la escuela a casa de su madre Doña Luisa Ramírez, cuya vivienda estaba muy cerca, ya dentro de la casa, el río, experimentó una inmensa creciente, intentando Buenaventura salir por la puerta de la cocina, no pudiendo lograrlo, ya que habían asegurado la puerta con una soga por dentro y no le dio tiempo a abrirla, del grupo se salvó doña Teonila y su hija Juanita Matos Adames.

Recordar el ciclón David, trae consigo bastante tristeza. La magnitud del fenómeno fue tal, que el río llegó a casa de Lalo Evangelista Comas, arrancándole dos niños de la vivienda y la misma quedaba retirada, logrando el rio llegar hasta ella. Sin lugar a dudas fue algo desastroso, los atrapó a todos sorpresivamente, no fue que empezó paulatinamente, sino que repentinamente la creciente arremetió contra la parte baja de Villa Ocoa Viejo, todos estaban despreocupados, sin saber que la espesura de la naturaleza, estaba creando grandes represas, no soportando la cantidad de agua y por tanto azotando al poblado.

Relato de Carmen Celia Velóz

“En aquel terrible acontecimiento, yo residía en la parte Baja de Villa Ocoa Viejo, o mejor como le decimos, el Fondo. Recuerdo que durante el día, todo transcurrió de manera normal. Mi hermano Andrés Veloz, quien se ahogó durante el ciclón, hacía un recorrido con la Defensa Civil y les dijeron a todos que todo estaba bien, por tanto nos quedamos en casa. Ya entrada la noche, alrededor de las 12: 00 p.m., empezamos a sentir el agua”.

Con mucha tristeza recuerda ese episodio de su vida y narra cómo los cuerpos de los niños ahogados eran arrastrados por una cañada que estaba frente a su vivienda.

Al ver aquello me cuenta: “Cargué a mis hijos Leudis Veloz (Peral), quien reside actualmente en Villa Ocoa Nuevo y a María de los Remedios (Susan), quien vive parte a tras de doña Carmen en Los Suburbios, como también se conoce la comunidad y me trasladé a La Concha, propiedad de don Jesús María Paniagua. Al día siguiente se podían ver los muertos que el rio no arrastró, momento este que me impactó tanto, que me llevaron al municipio de Las Yayas y no me di cuenta, por el estado depresivo en el que estaba”.

De su familia murió, Andrés Veloz (foto), su hermano, una persona muy popular en el poblado, éste trabajaba agricultura y era propietario de un bar, fue esposo de Guillermina de los Angeles, madre de Guillermo Veloz de los  Ángeles el que labora en la Oficialía Civil. Al hablar de su hermano recuerda a una hija de éste, de nombre Anni Veloz, la cual quedó enterrada solo con la cara y el cabello fuera. Andrés Veloz se ahogó precisamente por ir a darle vuelta a su familia que estaba en la escuela, su cuerpo fue hallado en Sabana Yegua y luego fue enterrado en el cementerio municipal de Padre Las Casas.

Después de hacer esa breve reseña de su hermano, me narró todo cuanto vivió durante esos días, indicándome que luego se trasladó a una casa que tenía su hermano al lado de la fiscalía, en la calle Amaury Germán Aristy, hoy propiedad de Guillermina de los Santos, la cual fue esposa de Andrés Veloz.

“Recibíamos algunas ayudas del Gobierno, pero la situación era tan terrible que esas ayudas no animaban a seguir con una vida normal. Me he quedado con tanta cobardía, que al día de hoy, cuando escuchó avisos de ciclones o tormentas, abro la puerta, porque escuchó los gritos de la gente de aquel día”.

Ana Clotilde Velóz (Pineida
F.- ¿Específicamente dónde estaba ubicada su vivienda para agosto de 1979?

A.- Residía en la calle Primera, cerca del bar de Andrés Veloz y laboraba en el pueblo como practicante de enfermería en la Maternidad y el viernes 31 de agosto, me trasladé a Ocoa Viejo, ya que pensaba si me muero que sea con mi familia. Alrededor de las 6:00 p.m., se sentía la llovizna y los vientos, entrada la 12:00p.m., nos trasladamos a la escuela, debido a que el fuerte viento estaba levantando el Zinc de la casa. Fuimos a la escuela buscando refugio y allí fue que viví la etapa más fuerte de mi vida, en la escuela, recuerdo que Andrés Veloz y Buenaventura Adames (Papo) vociferar ¡salgan! ¡Salgan! ¡El rio está entrando!, pero no fue posible, las puertas estaban tan aseguradas que no pudimos salir, quedando atrapado para que el rio jugara con nosotros a su antojo.

“Con el agua al cuello, logré llegar casi a la parte alta, a casa de una señora de nombre Chavela Méndez, dejando atrás y sin saber de ellos a Venecia Veloz, Concepción Veloz

(foto), Anni Veloz, hija de Andrés Veloz y Marcia Veloz (foto) y al mismo Andrés Veloz, logrando salvarse únicamente Venecia. Al salir del agua, me senté en una piedra grande, con mi hija en brazos, Yulisa Reyes, a quien salvé luchando contra la fuerte creciente, al detenerme rogué al señor para que salvara a los demás, como me salvó a mí y a la niña. Luego empecé a correr, entré a una casa y conseguí un mantel para cubrir la niña”.

“Hoy recuerdo todo cuanto viví y fue la noche más larga. En medio de la oscuridad fui hasta la lechería de don Jesús María Paniagua, donde los hombres habían amarrado el zinc con sogas y cuando soplaba la brisa halaban fuerte. Tiempo después me trasladé a casa de Tagó, donde escuchaba la voz de Andrés Veloz, quien falleció, todos decían que estaba loca. Posteriormente nos trasladaron a Buena Vista, cuando los barracones estaban me asignaron la mitad de una habitación con mi familia, al casarme con Nicolás Martínez, nos mudamos a donde está la tienda de Yoalki Beltré, en la calle Amaury Germán Aristy, para 1985 nos mudamos a esta casa ubicada en la calle Emilio Paniagua No. 17, donde vivo desde entonces”.

F.- ¿Cómo define esa época?

Fue algo muy triste, pérdidas en la familia y a personas que conocía, no quiero ni recordarlo, no teníamos cama, sábana, ni un calzado que ponernos, todo se lo había llevado el río, escasamente lo que nos cubría el cuerpo.