Un joven ejemplar: Carlos Manuel Minyetty Morillo

 

A veces cuando innovas cometes errores. Lo mejor es admitirlos y centrarse en perfeccionar otras ideas. - Steve Jobs Cuando  

Cuando Carlos tenía tres años de edad, sus padres vinieron desde nuestro municipio hermano Guayabal a Padre Las Casas. Criado en la enseñanza evangélica, sus padres le inculcaron principios y valores sólidos que lo ayudó a convertirse en un joven exento de vicios y malas prácticas. Su conducta y las personas que lo conocen son su carta de recomendación. 

Realizó sus estudios primarios y secundarios aquí y actualmente estudia una carrera universitaria, aspirando a alcanzar el título de Lic. En EDUC. BAS. CONC, Matemática y Ciencias de la Naturaleza. Como proviene de una familia humilde, sus estudios y su propia crianza han sido a base de sacrificios. Pero no quería quedarse con tan solo un título de bachiller, que, en este mundo materialista y competitivo, sirve de poco. Carlos quería superarse. 

 Asistir a una universidad suponía un lujo casi fuera de su alcance, por lo que se propuso trabajar por él mismo para costearse sus estudios, y así nace el Carlos emprendedor y creativo. Los dirigentes del El Centro Integral de Desarrollo y la Iglesia Menonita le sugirieron abrir un pequeño negocio. Al principio Carlos estaba renuente a hacer algo así porque era amante de la agricultura y en eso quería desempeñarse. Sin embargo, después de considerar varias opciones se decidió a abrir un pequeño negocio que consiste en la venta de empanadas. 

El problema era que ¡ni siquiera sabía preparar la masa! Un cuñado le enseñó y un vecino que se convirtió en su ayudante le enseñó a usar la máquina de preparar la masa. Recibió varios donativos financieros para comprar la máquina de amasar y otros utensilios necesarios para la venta de empanadas, y le prestaron un tanque de gas, una mesa y una vitrina. 

 Y así nace la pequeña empresa que Carlos denominó como “Picadera”, porque además de empanadas vende desde pastelitos y pasteles en hojas hasta tacos. 

Crecimiento 

Carlos amplió su campo de acción y abrió otro puesto de empanadas en el Liceo (el cual es atendido por un hermano), y compró un refrigerador para que su mamá venda helados. Poco a poco ha ido expandiendo el negocio tanto en la diversidad de productos como en el territorio que abarca. Sus servicios culinarios son solicitados en toda la zona de Padre Las Casas: El Cigual, Magueyal, Monte Bonito, Gajo del Monte; y fuera del municipio también (Azua, Los toros, y Las Yayas).

 En la actualidad ofrece servicio de entrega a domicilio; cuenta con tres personas para entregar los pedidos y hacer ventas en las calles. Gracias a su esfuerzo y buen manejo en su negocio, fue reconocido por la Fundación Sur Futuro en 2010 durante la Premiación a la Microempresa, y obtuvo el tercer lugar como Novato del Año. 

Con sus pequeños ingresos y sin vicios en qué gastar, se ha costeado diferentes cursos, como el de chofer. Se inscribió en la universidad y paga sus estudios. 

Pero no todo fue color de rosa como en los cuentos de hada. Antes de afianzarse en su microempresa pasó por varios fracasos: perdió dinero en invertir en varios negocios que no llegaban a nada. 

Carlos no se dio por vencido ante el fracaso de intentar comenzar esos negocios. La perseverancia lo hizo continuar hasta llegar al lugar donde hoy se encuentra con su pequeña empresa “Picaderas Minyetty”, la cual ofrece una gran variedad de aperitivos. 

Mirando hacia el futuro, — y como sabemos que nada es para siempre y los imprevistos pueden aparecer— tiene un plan B en mira por si acaso… 

Agradecimiento 

Carlos está muy agradecido a todos los que le dieron apoyo emocional y monetario en sus comienzos y dice: “Agradezco en gran manera a todos los que me tendieron la mano ya sea con las ideas o con la ayuda económica tan vital en esos comienzos, a mis clientes por apoyarme durante mis 12 años de duro esfuerzo, pero sobre todo a Dios por mantenerme enfocado en las cosas positivas y productivas para mí y para la comunidad”. 

“También decirles a los jóvenes que no solo se vive de empleo, que con persistencia y actitud positiva pueden lograr sueños, ser útiles a la sociedad. Que emprender un negocio decente, aunque no resulte muy lucrativo, puede servirles para escalar metas mayores”. 

Por esta historia de esfuerzo y superación La Voz Tubanera FELICITA a Carlos y le desea que siga adelante venciendo obstáculos y escalando peldaños. Carlos es un Joven digno de imitar. 

Nota: Si usted quiere hacer partícipe a otros de sus esfuerzos y logros o metas alcanzadas, contactar a Rosario Castillo al (809) 521-0363. Le ayudaremos a hacer redactar su historia para que sirva de motivación a otros.