lunes, 30 de enero de 2012

Las dominicanas mueren del corazón

Fuente: Diario Libre

No pensaba ir al estadio ese día. Los planes de Milagros Bencosme (54 años) para esa tarde de sábado 19 de enero de 2008 consistían en un baño, enfundarse en una bata y meterse a la cama a ver televisión. "Si me hubiera quedado sola, como pensaba, ahí me hubieran encontrado...", relata hoy, cuando se cumplen cuatro años desde que su corazón se infartó.

Presionada por su esposo y una amiga, esa tarde decidió acompañarlos a ver jugar a las Águilas, el equipo de béisbol que todos ellos alentaban. Nada la hizo sospechar de lo que sucedería. No tuvo ningún síntoma, no sintió ningún malestar. "Yo había pasado mi día normal, limpiando, haciendo todos mis oficios".

Llegaron al Estadio Quisqueya. "En la entrada me dieron una mentica. Me la estaba comiendo, todo bien, cuando de buenas a primeras -eran las nueve y algo, las Águilas estaban ganando 5-3- me comenzó un calentón aquí en el pecho y un dolor en la boca del estómago". Milagros sintió que se asfixiaba. "Y los brazos comenzaron a hacerme calambres. Los dos. Iban y venían". Como pudo, se puso de pie entre la muchedumbre que celebraba con brincos.

- Ay, Julio, me siento mal -le dijo a su marido.
- Yo soy médico, déjenme ayudar -interrumpió entonces un hombre. Milagros se enteraría después de que se trataba del doctor Nicolás Rizik.

Entre Rizik y tres hombres más, la agarraron y como pudieron la sacaron de entre el gentío. A la salida del Estadio se encontraron con una dificultad adicional: la ambulancia disponible para emergencias no quería recibir a Milagros porque el seguro no lo cubría. El doctor montó en cólera:

- ¡Cómo es posible que ustedes vayan a dejar morir a esta señora porque no coge el seguro! Si tengo que montarme yo en la ambulancia, yo la llevo.

Fue solo tres días después, cuando todavía estaba en Cuidados Intensivos de la unidad de Cardiología del Centro Médico Dr. Escaño que Milagros se enteraría de lo que había pasado. Le pasaron una hoja para que firmara su autorización para un cateterismo. Ahí, en ese pedazo de papel, salía la palabra "infarto".

En República Dominicana, un 13.99% de las muertes masculinas se debió a infarto en 2010. Un 15.44% de los fallecimientos de las mujeres se debió a esta causa.

Las cifras del corazón
El infarto agudo al miocardio es la principal causa de muerte de las mujeres en República Dominicana. De acuerdo a las estadísticas del Ministerio de Salud, en 2010 un 15% de los fallecimientos femeninos se debió a este motivo. Eso significa que 1,508 mujeres murieron ese año por esta causa.

La cifra es considerable si se compara con otras causas de muerte que reciben más atención. El tumor de mama se llevó a 221 mujeres (2%), y el de cuello de útero, a 145 (1%). La segunda causa de muerte, en cambio, fue el accidente vascular encefálico agudo, con 487 víctimas (5%), lo que pone el acento en las enfermedades cardiovasculares.

Hombres y mujeres
"El infarto al miocardio es una condición que está relacionada a la muerte de las células del músculo cardíaco, generalmente debido a una obstrucción de una o más de las arterias coronarias", explica Petronila Martínez, presidenta de la Sociedad Dominicana de Cardiología.

Tradicionalmente se vinculaba el infarto a hombres de mediana edad, y a la imagen cinematográfica de un dolor fulminante y repentino en el pecho. Hoy, se sabe que si bien ellos lideran las cifras en cuanto a cantidad, ellas sobreviven menos: las menores de 50 años de edad tienen el doble de posibilidades de morir tras un infarto que ellos. Y según la ONG norteamericana Women's Health Foundation, un 42% de las mujeres que sufre un infarto muere al año de ocurrido evento, comparado con un 24% de los hombres.

¿A qué se debe que los jóvenes sobrevivan menos a un infarto?
"Una persona de edad avanzada tiene arterias colaterales en el corazón, que se han formado con el tiempo. Cuando se le obstruye una arteria, las colaterales llevan el flujo sanguíneo al área del corazón afectada. La persona joven que se infarta no tiene esa ventaja: la arteria se tapa y no hay colaterales que lleven la sangre", explica Petronila Martínez.

Uno de los factores que incide en esta tasa de mortalidad femenina es el desconocimiento de los síntomas de un ataque al corazón en la mujer, más amplios y confusos que en los hombres. "Cuando en la mujer ocurre un infarto al miocardio, suele presentarse como un dolor de pecho opresivo, generalmente detrás del esternón, que puede o no irradiarse hacia el cuello, la mandíbula, la espalda y la cara interna de los brazos, sobre todo el brazo izquierdo", explica Martínez. "En algunas ocasiones se acompaña de nauseas, vómitos, sensación de malestar general, pero en algunas mujeres puede no haber dolor, sobretodo si son de edad avanzada o diabéticas. Y además, puede presentarse simplemente como un cambio en el estado de ánimo, con síntomas de depresión, llanto inexplicable, dificultad para respirar o dormir".

"Deberíamos establecer una campaña masiva para que la gente conozca sus factores de riesgo, y para que conozca cómo prevenir un infarto al miocardio y ayudar al otro. En los diferentes centros, lugares públicos, empresas, aeropuertos, parques, debería existir algún tipo de dispositivo de atención -un desfibrilador- que la gente esté entrenada a usar", reflexiona Martínez. La atención inmediata salvaría muchas vidas.

Síntomas de alerta temprana
Un estudio realizado por el National Institutes of Health de Estados Unidos descubrió que existen signos que pueden aparecer un mes o antes en las mujeres que sufren un infarto. Dentro de los más habituales, ellas reportaron haber sentido los siguientes:
• 71% fatiga inusual
• 48% dificultad para dormir
• 42% falta de aire
• 39% indigestión
• 35% ansiedad

Factores de riesgo
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, "casi dos tercios de las personas que sufren un infarto de miocardio mueren antes de recibir atención médica". Es por ello que la prevención pasa a ser vital.

Los especialistas señalan factores de riesgo modificables y no modificables. Los primeros guardan relación con el estilo de vida, mientras que los segundos se asocian a la herencia, el sexo y la edad.

Factores no modificables

• Edad y sexo: La edad de riesgo para un hombre es a partir de los 40 años de edad, mientras que en la mujer es a los 50. "No es que sea más frecuente en el hombre, sino que en la mujer el riesgo comienza de 8 a 10 años más tarde", explica Martínez. Esto ocurre porque hasta el momento de la menopausia la mujer está protegida por los estrógenos. "Y la terapia de remplazo hormonal no reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular, contrario a lo que antes se pensaba".

Qué hacer ante un infarto
"Lo ideal sería que el paciente mastique una aspirina de 325mg y que acuda lo más pronto posible a un servicio médico. Que no trate de buscarle explicación al dolor, y que no maneje: es una de las mayores imprudencias que se cometen", explica Petronila Martínez

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