miércoles, 20 de enero de 2016
Obispos católicos dominicanos denuncian la corrupción y la desigualdad social
Fuente Diaspora dominicana
La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) denunció que la corrupción despoja al pueblo dominicano de los recursos económicos que deberían ser utilizados para la educación, la vivienda, la alimentación, la salud, la seguridad, la justicia y pago de salarios dignos.
En su Carta Pastoral con motivo de celebrarse el jueves (mañana) 21 el Día de la Virgen de la Altagracia, conocida en la tradición católica como la Madre Espiritual y Protectora del Pueblo Dominicano, los obispos mostraron su preocupación por problemas comoa inseguridad ciudadana, la criminalidad y la corrupción en la administración del Estado en general y en sistema judicial.
Asimismo, los obispos condenaron la desigualdad social, además del aumento de la desigualdad social.
En el aspecto político, los obispos católicos criticaron que se participe de la política como un negocio, pese a las promesas que hacen los candidatos.
“Vemos con preocupación cómo la corrupción priva a la población de recursos económicos que deberían ser destinados para satisfacer sus necesidades básicas: educación, vivienda, alimentación, salud, seguridad, justicia, salarios dignos. Otro gesto de inmisericordia, que va en detrimento del desarrollo, es el cobro de “peajes” a los inversionistas, que en vez de estimulárseles se les ahuyenta. La corrupción crea una escandalosa situación de inequidad y desigualdad social, ensanchando la brecha entre personas que se han hecho ricos como por arte de magia, sin otra justificación que haber pasado por el tren administrativo público y una gran mayoría de personas honestas que apenas logran sobrevivir con el esfuerzo de toda una vida de trabajo”, denunciaron los obispos.
“Lamentablemente la impunidad y la complicidad han sido los mejores aliados de los corruptos en los sistemas políticos en todo el mundo. La impunidad es la mejor manera de incentivar a los corruptos a apropiarse de los bienes del pueblo y al mismo tiempo una manera de mal educar a las nuevas generaciones. Los empobrecidos, víctimas del sistema corrupto, piden misericordia para que le sea devuelto lo que en justicia les pertenece para vivir con dignidad”, precisaron.
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