lunes, 2 de abril de 2018
Ramfis Trujillo. Será posible?
por Luis M. Campillo D.-
Según el doctor Luis M. Campillo Domínguez, Trujillo es la solución para acabar con los problemas de los haitianos en el país. El doctor Campillo médico residente en Miami, Florida expone sus razones de la siguiente manera:
La noche del 31 de Enero veía a Luis Ramfis Domínguez Trujillo defender su honra ante la acusación que le hacían sus opositores de haberle sustraído 5 millones de dólares al Banco Nacional de la Vivienda (BNV) mediante un préstamo para la construcción de residencias populares.
Domínguez Trujillo hizo una excelente defensa, se desvinculó de los hechos mediante un fajo lleno de comunicaciones que así lo acreditaban. Ahora compete a la justicia Dominicana establecer responsabilidades y sanciones. Es necesario que este caso llegue hasta las últimas consecuencias.
Los hechos dejan traslucir la participación de políticos y banqueros inescrupulosos, que tras las sombras mueven los hilos de este caso, con la finalidad de abortar la candidatura de este talentoso joven, que pone en riesgo la libertad y las fortunas de estos modernos judas, que se han enriquecidos a la sombra de nuestra fantasmal democracia.
Luis José Ramfis Domínguez-Trujillo
El amor a la Patria ha llevado a Ramfis a arriesgar su vida al confrontar a esta cáfila de delincuentes, que quisieran verlo muerto y harán lo imposible para impedirle llegar al gobierno.
El País debe estar alerta, no puede dejar se le escamotee la única posibilidad de llegar a una verdadera democracia, con una justicia fuerte que, permita enviar a la cárcel a estos delincuentes disfrazados de políticos, que han endeudado al país en más de 50 mil millones de dólares y han pretendido vender su soberanía, no vamos a permitir que sigan manipulando la justicia pagando sentencias para escapar al castigo al cual que se han hecho acreedores.
Protegen la invasión haitiana, la cual es preciso frenar mediante una ley, que antes de ser aplicada debe ser analizada por entendidos en la materia, con la finalidad de actuar con justicia protegiendo derechos y la integridad de los ciudadanos del país. El que no pueda demostrar vínculos con la Nación Dominicana deberá abandonarla, sin importar de donde venga, todo visitante tiene que cumplir con los plazos dados por inmigración y las leyes de la República.
Los haitianos tienen que irse a vivir a su territorio y no obstaculizar el progreso de nuestra Patria con la masiva migración que llevan a cabo con la complicidad del partido gobernante.
Ya múltiples países del área están tomando acción en contra de esta masiva migración, pues se han dado cuenta que usan la estrategia de hacerse los sufridos, mientras violentan todos los códigos establecidos en las leyes del país anfitrión, aterrando a la población con sus machetes, defecándose en las calles, violando mujeres, robando, asesinando; pues las única leyes que conocen son las que rigen a las sociedades tribales, los instintos más básicos del ser humano.
En una ocasión escuché al presidente Medina justificar la hasta ahora pacifica invasión haitiana, su gobierno está cedulando haitianos al vapor al parecer planea permanecer en el poder con el voto de estos extranjeros.
Recuerdo al Dr. Balaguer, cuando alertó al País, de que grandes potencias planeaban la unificación de Haití y la República Dominicana, fue acusado de mentiroso y racista por la pandilla que hoy nos desgobierna; ya sabemos donde se enquistan los traidores!
Recuerdo las palabras del padre de nuestra democracia Dr. Joaquín Balaguer Ricardo cuando nos dijo: ‘Un país podrá vivir sin libertad, pero jamás podrá hacerlo sin orden, nuestro país está a punto de diluirse’.
Por tal razón Luis Ramfis José Domínguez Trujillo se ha convertido en una necesidad para la Nación Dominicana, es el único “político” con posibilidades de ganar que garantiza la continuidad de la Nación Dominicana, su Soberanía, Orden y Tradiciones.
USTED, QUE OPINA?
Fuente Diáspora Dominicana
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Artículo 20 Artículo 20.- Doble nacionalidad. Se reconoce a dominicanas y dominicanos la facultad de adquirir una nacionalidad extranjera. La adquisición de otra nacionalidad no implica la pérdida de la dominicana. Párrafo.- Las dominicanas y los dominicanos que adopten otra nacionalidad, por acto voluntario o por el lugar de nacimiento, podrán aspirar a la presidencia y vicepresidencia de la República, si renunciaren a la nacionalidad adquirida con diez años de anticipación a la elección y residieren en el país durante los diez años previos al cargo. Sin embargo, podrán ocupar otros cargos electivos, ministeriales o de representación diplomática del país en el exterior y en organismos internacionales, sin renunciar a la nacionalidad adquirida
Artículo 20 Artículo 20.- Doble nacionalidad. Se reconoce a dominicanas y dominicanos la facultad de adquirir una nacionalidad extranjera. La adquisición de otra nacionalidad no implica la pérdida de la dominicana. Párrafo.- Las dominicanas y los dominicanos que adopten otra nacionalidad, por acto voluntario o por el lugar de nacimiento, podrán aspirar a la presidencia y vicepresidencia de la República, si renunciaren a la nacionalidad adquirida con diez años de anticipación a la elección y residieren en el país durante los diez años previos al cargo. Sin embargo, podrán ocupar otros cargos electivos, ministeriales o de representación diplomática del país en el exterior y en organismos internacionales, sin renunciar a la nacionalidad adquirida
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RAFAEL LEÓNIDAS TRUJILLO| 14 DIC 2017, 12:00 AM |EMILIA PEREYRA
El día que Trujillo cedió parte del territorio a su aliado haitiano
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El tirano Rafael Leónidas Trujillo y el presidente haitiano Sténio Vincent. ( Archivo/Diario Libre )
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SANTO DOMINGO. Es muy recordada en la República Dominicana la historia de la matanza de los haitianos del 1937, dispuesta por Rafael Leónidas Trujillo, pero no suele evocarse que el mismo tirano oficializó la entrega a su homólogo Sténio Vincent de parte del territorio nacional, con lo que el país perdió a San Rafael de la Angostura, San Miguel de la Atalaya, Hincha y Las Caobas, demarcaciones ocupadas paulatina y pacíficamente por los vecinos.
Esos asentamientos causaron muchas discusiones, que se prolongaron desde los años 60 del siglo XIX hasta el 21 de enero de 1929, cuando fue firmado el acuerdo de los límites, por los presidentes Horacio Vázquez, dominicano, y Louis Bornó, haitiano, mediante el cual el país concedió cuatro mil kilómetros cuadrados y Haití se asumió como dueño de casi un 10% del territorio nacional, fijado por el Tratado de Aranjuez de 1777, que reconoció la ocupación de parte de la isla de Santo Domingo por parte de los franceses.
En el libro “Historia de la República Dominicana, Volumen 2”, Bernardo Vega escribió que después de su primer encuentro en 1933, Trujillo y Vincent discutieron el tema fronterizo y sobre los desterrados políticos, “llegando a un acuerdo tácito, un quid pro quo secreto, por medio del cual Vincent se comprometía a no permitir la estancia de nuevos exiliados y a expulsar a los que quedaban a cambio de que Trujillo cediese territorios que, según el Tratado de 1929, eran dominicanos”.
Finalmente, el 14 abril de 1936 los cófrades ratificaron el acuerdo de 1929 para darle vigencia y reafirmar la necesidad de construir la Carretera Internacional desde Bánica hasta Restauración que serviría de límite fronterizo y que el río Artibonito fuera la línea limítrofe de los dos países.
El ensayista Manuel Núñez ha escrito que el tratado de 1929 significó para los dominicanos la primera gran derrota, luego de que los haitianos ocuparan Capotillo, Hincha, donde nació el general Pedro Santana, Las Caobas, San Miguel de la Atalaya y Rancho Mateo.
Recordó que desde una época anterior se había decidido que el Lago del Fondo (Azuey) que, en la linde de Aranjuez, figuraba compartido por ambos países, quedara exclusivamente en manos de Haití.
“El 22 de enero de 1929, los dominicanos se despertaron con un territorio brutalmente amputado. Habiendo llegado al siglo XX, con más de 53.000 km², tras refrendar el Tratado de 1929 para ponerle punto final a una situación absolutamente inaceptable para la soberanía nacional, quedamos confinados en unas fronteras imprecisas que, en ese momento, rondaba los 49,000km²”, enfatizó Núñez.
De acuerdo a Fabio Herrera-Minino, ese convenio suscrito por Trujillo, “aprobando el despojo definitivo del territorio, quedó como una espina en el cerebro del dictador dominicano, quien por los roces fronterizos en la zona de Dajabón, y en octubre de 1937 ordenó el exterminio, con el uso de machetes y cuchillos, de miles de haitianos residentes en la Línea Noroeste”.
Mapa interactivo del territorio
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