Cafe Monte Bonito: una marca con vocacion social

Por Yaniris López
Fuente: Listin Diario

Café Monte Bonito ha marcado un hito en la historia de la industria local. No es sólo la primera marca de certificación de café nacional, sino la primera marca de certificación de República Dominicana. Su beneficiario directo es un núcleo de pequeños caficultores conformado por las asociaciones de Padre Las Casas, Monte Bonito, Guayabal, Los Fríos, Las Yayas y Peralta en la provincia de Azua y Bohechío en la provincia San Juan.

El desarrollo de esta marca fue por mucho tiempo un sueño de la fundadora y presidenta de la Fundación Sur Futuro (FSF), Melba Grullón, quien, desde la creación de la institución en 2002, buscaba la forma de auxiliar a los pequeños productores de la zona que, por carecer de medios económicos y técnicas especializadas, no sacaban provecho a sus tierras cafetaleras.

Pero, ¿qué es una marca de certificación? “Es un signo distintivo que sirve para señalizar bienes y servicios que tienen características especiales debido al lugar de producción; los usuarios de ese signo sólo tienen derecho a utilizarlo una vez han demostrado que han cumplido con un pliego de condiciones”, explica Richard Peralta Decamps, subdirector ejecutivo del Consejo Dominicano del Café (Codocafé).

La marca es manejada a través de un convenio entre la Fundación Sur Futuro, como titular de la marca de certificación, y Codocafé, como ente estatal que regula la actividad cafetalera.

Según este convenio, explica Peralta, y como la certificación está delegada en Codocafé, un técnico de esta institución se encarga de verificar que el cafetal está siendo manejado adecuadamente, que los métodos de produccón no impactan el medio ambiente y que las condiciones de calidad final del producto son las requeridas.

Esta certificación pone a disposición de los productores herramientas mercadológicas y legales tan modernas como las usadas en la mayoría de los países desarrollados.

A raíz de la ruptura del sistema internacional de cuotas, los productores que hoy forman parte de la marca Café Monte Bonito y de zonas cercanas no exportan café desde los años 80.

“La estrategia es que el productor se beneficie de manera indirecta econó- micamente. Un productor que tiene 20 tareas de café produce muy poco y no tiene los medios económicos para transformar su producto de café uva en café comercializado internacionalmente y mucho menos tostado y molido”, dice Peralta.

Más que un producto
Pero Café Monte Bonito es mucho más que un producto. En los últimos 20 años, la pérdida de más de 300,000 tareas de café ha afectado negativamente a las montañas dominicanas, explica Peralta.

“Esa masa boscosa en las cuencas de las montañas tiene varias funciones ambientales, la primera es que aporta al ciclo hídrico (hace que llueva), y la segunda es que captura carbono, contribuyendo al medio ambiente al evitar el efecto invernadero”.

Aunque el 90 por ciento de los productores de café es dueño de sus tierras, la mayoría apenas posee entre 20 y 30 tareas. La escasez de servicios básicos y de oportunidades han provocado, además, que los agricultores emigren y abandonen el campo; así, la edad promedio del caficultor dominicano es de 60 años, por lo que el relevo familiar no está garantizado.

Apoyar a los caficultores significa, aseguran los técnicos de la Fundación Sur Futuro, que los productores aumentarán su compromiso con la tierra, la defenderán, la cuidarán, evitarán su erosión y verán en ella un modo productivo de vida y por tanto no se verán obligados a abandonar el campo.

Por ello, el primer nicho de la marca que trabajarán Sur Futuro y Codocafé en los próximos tres años es la exportación del café como materia prima, porque esto representa mayores ingresos para el productor. Como este es el primer enfoque de la marca, es probable que la población tenga que esperar un poco para ver el café tostado y molido formando parte del mercado nacional, que, a la larga, también forma parte de los intereses de FSF.

Se espera que los primeros quintales de exportación estén listos para finales de año, cuando finaliza la actual temporada cafetalera en esta zona.

“La primera apuesta para esta misma cosecha es exportar el café como materia primera con valor agregado, se ha hablado de 2 contenedores, que son más de mil quintales”, dice Peralta, y agrega: “No tenemos dudas de que este café se puede vender sobre los US$300 el quintal sin problemas, lo que representa una mejora en el ingreso del productor de un 50% por quintal. Al cuantificar, ves que no se trata de una estrategia teórica, sino que genera riqueza”.

CARACTERÍSTICAS Y NORMAS DE PRODUCCIÓN
De acuerdo con los reglamentos, el café que utilice la marca de certificación “Café Monte Bonito” deberá ser 100% café producido en el territorio de República Dominicana, en particular en la zona comprendida por las áreas productoras de café de la provincia de Azua y el municipio de Bohechío en San Juan de la Maguana, ubicadas sobre los 500 metros sobre el nivel del mar (snm). Las variedades del café Monte Bonito corresponden a la especie arábica, principalmente las typica y caturra. Sin importar su destino (consumo interno o exportación), nunca podrá ser comercializado en estado uva o pergamino. Este café se obtiene y transforma mediante procesos artesanales y mecánicos que aseguran la conservación de las características físicas, químicas y sensoriales de la zona. Estas condiciones garantizan no sólo garantizan que el producto es inocuo y amigable con el ambiente, sino con una calidad sensorial superior, dice Richard Peralta Decamps, de Codocafé.